Sólo si eres tú mismo eres libre

¿A quién no le ha pasado encontrarse triste y no saber porqué?

Muchas veces, tenemos miedo a ser nosotros mismos. Tenemos miedo social... ¿y si digo algo que haga daño? ¿y si hago el ridículo? ¿y si bailo, me miran y no lo hago bien? 

Ser feliz pasa por el precio de ser uno mismo. Solemos pensar que los demás no nos entenderían y nos disfrazamos de lo que creemos más adaptativo socialmente. Así, vestimos a la moda. No combinamos rayas con cuadros, porque eso queda fatal. No bailamos si antes no hemos dado clases. No cantamos en público porque lo hacemos mal. No decimos lo que pensamos por miedo a que se enfaden con nosotros  "no nos quieran". Y al final, estamos acompañados, pero nos sentimos solos. Sentimos que no nos comprenden los demás. 

¿Cómo nos van a comprender si nosotros mismos no nos mostramos como somos? El miedo nos hace esclavos de lo que pensamos que piensan los demás. No hables de tal tema. No discutas con la gente. Da una opinión diferente dependiendo de con quién estés. Cae bien a mucha gente. Sé alegre y que los demás te vean feliz. No te atrevas a participar, que te recordarán siempre en un momento ridículo. Sigue la moda. Aparenta ser más delgad@ y más joven. Cómprate el mejor coche. Cásate, ten niños. Se cariños@.... Y si sumas todo ésto sin preguntarte si ésto es lo que tú quieres hacer, si tú quieres ser así.... Acabarás irremediablemente enferm@. 

Ahora, piensa qué es lo peor que podría pasarte si te atrevieras a vivir, a ser tú. Qué es lo peor que podría pasarte si te atrevieras a dejar de lado a esas personas que no te aportan o incluso te hacen daño.... Imagínate en el peor de los casos. 

Sol@.

Si actúas como he escrito antes, o de otras muchas maneras (cada uno la suya), ya lo estás. Ya estás sol@, por que la persona a la que acompañan los demás, no eres tú.