ANSIEDAD - Las elecciones de mi gato

Sabemos que el ser humano es el único ser vivo que vive y siente la ansiedad. La ansiedad se da cuando nuestra cabeza da vueltas a problemas contínuamente, como una lavadora centrifugando. Los animales no sienten ansiedad, porque viven el presente. Imagináos que una gacela estuviera todo el tiempo pensando "... ¿y si viene un león?". La gacela tendría una úlcera gástrica más grande que ella misma. 

El cuerpo experimenta una serie de cambios ante las amenazas. Se realentizan las defensas y  la digestión y la sangre automáticamente irriga los músculos para escapar. El sistema simpático es el que nos prepara para huir, y el parasimpático, el que se activa en situaciones de normalidad o no huida. Así, el hombre no necesita al león para estresarse, sólo necesitamos imaginar nuestro propio león y ... ¡ya está! Qué fácil llamar al miedo, ¿verdad?

El estrés es bueno en caso de tener que actuar, nos pone en marcha... Pero si no hay nada de lo que  huir y estamos en alerta, si no hay nada que hacer ni de lo que defenderse... El cuerpo nos manda mensajes propios de la huida. Respiración agitada, ritmo cardíaco elevado y daños en el sistema digestivo. Cuando pasa a ser mayor, aparece la depresión, resultado de lo que los psicólogos llamamos indefensión aprendida (no puedo hacer nada contra" lo de fuera", no puedo solucionar ni llevar las riendas de mi vida).

Mi gato es mi gran maestro. Si no hay nada que le moleste, simplemente, está. Puede estar sin hacer nada horas, porque él sabe que no hay nada que hacer. Sólo tiene que ser. Y si nada le molesta y le cojo la pata y la suelto de golpe, no cae pesada ni se mantiene donde yo la he dejado. Sólo cae poco a poco, ya que está relajado. No tiene miedo porque no hay nada que temer. Pero a los humanos se nos ha enseñado que hay que trabajar, que hay que conseguir... Que hay que hacer... Y no, como mi gato, todos estamos aquí para ser. La Vida no espera más de nosotros.  No hemos venido aquí para ningún objetivo, ni nadie espera que hagamos más que ser... Vivir el momento. Si estoy en casa viendo una película, es lo que tengo que hacer en ese momento. Si duermo, es por que necesito descansar y no sirve de nada despertarse a las 4 de la mañana pensando en que tengo que llamara  un cliente por teléfono... A esas horas, sólo puedo dormir... Así que no hay más que hacer...

Y ahora, os invito a estar un par de minutos sólo siendo, sólo sintiendo. Parece fácil... no lo es... Veréis cuántos pensamientos aparecen en vuestra cabeza.

Para conseguir ésto y mucho más, el día 12 de Mayo a las 10:30 en la Asocciación Relájate Soria, impartiré un taller práctico de mindfulness. Quedáis todos invitados y me encantará veros.