Botiquín de primeros auxilios para la felicidad

Os presento la segunda parte de la entrada Trucos caseros para la felicidad

¿Porqué ahora? Hace poquito que acabo de tener una de mis charlas, de mi aprendizaje con David Serrato. Cada vez que comparto tiempo con él, cambia algo. Es maravillosa la energía que se mueve. Así, hoy no quiero dejar de escribir una parte práctica, pero breve en ésta segunda parte de la entrada. No me gustaría que pasase como con os libros de auto ayuda. Habéis leído ésta entrada. Os ha gustado más o menos. Estáis o no de acuerdo... Pero ¿lo habéis puesto en práctica?

Yo puse lo que a mi me gustaba, me venía bien. Ahora, os invito a que sigáis unos sencillos pasos:

1. Coged una balda, o una caja grande. Una que os guste. En caso de que sea una caja, ponedla en un lugar que veáis a menudo, que esté a la vista y que os llame la atención. Yo prefiero una balda, por que así, puedo ver lo que me gusta siempre.

2. Poned una etiqueta. En mi caso es mi "botiquín de primeros auxilios" (con crucecita roja incluida).

3. Meted dentro una copia de los vídeos que habéis elegido, un CD con la música que os sirve y un ejemplar de cada libro que os haga sentir mejor.

4. Reservad una hora inamovible en vuestra agenda (mínimo una por semana) en la que disfrutéis un poco de esas cosas (Escuchar el CD, ver un corto o un trozo de película o leed un poquito de los libros). ¿Que no hay tiempo? Robad 10 minutos al sueño.

5. Si estáis mal, no dudéis... Corred a coger lo que os apetezca y disfrutad. Aunque no haya ganas. Si pensar, sólo sentir. Al principio, costará, pero poco a poco será más fácil.

6. Haceros un pequeño botiquín para llevar con vosotros. Un frase positiva que llevar en vuestra cartera, una foto de quien os quiere, un mp3 con canciones que os gustan (o en el teléfono... Hablando de teléfonos, poned una canción que os de felicidad en el tono del móvil para cuando os llamen). Llevad un libro con vosotros o un pequeño cuaderno donde escribir o dibujar cuando os apetezca.

Y ya sabéis que tenéis todo ésto a mano. Ya os sentiréis más seguros. Y, de la misma forma que echáis mano de las tiritas cuando os hacéis un corte... Echad mano de las pequeñas maravillas que os gustan. Vale más perder diez minutos en sentiros bien, tranquilos y relajados que estar mal todo el día, dando traspiés y darnos cuenta, cuando pasa el tiempo que no nos cuidamos lo suficiente.

Ahora, coge las riendas de tu vida. Elige si quieres o no sentirte mejor y si decides seguir por éste camino. Comprométete contigo mismo y sigue adelante.


"La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días." Benjamin Franklin