miércoles

Responsabilidad y madurez

  Como ya sabéis, mi labor personal y profesional está estrechamente ligada a la búsqueda de la felicidad. De unos días a ésta parte, estoy aprendiendo mucho sobre la necesidad que surge en los humanos de cargarse con responsabilidades que no son suyas. Cada vez estoy más convencida de que lo hacemos como lucha para no afrontar nuestras propias responsabilidades. 


  El ser humano es un ser social. Se nos educa para ser solidarios, para no ser egoístas, pero no creo que lo estemos haciendo de la manera adecuada. Ser maduro pasa por tomar nuestras propias decisiones y asumir las consecuencias de éstas. Somos responsables de nuestra vida, pero sólo de ésta. No podemos solucionar los problemas de los demás, sí podemos aconsejar, acompañar o ayudar en situaciones que no son nuestras, pero hasta ahí. El límite es saber que no podemos ni debemos hacernos responsables de lo que no nos toca. Si nos ocupamos de las situaciones que los demás deben resolver, dejaremos sin resolver las nuestras propias, y luego, al de un tiempo pensaremos que los demás son injustos. Todo eso que hicimos por ellos, no se nos gratifica. Y, siento decirlo tan crudamente, pero los únicos responsables de esa situación somos nosotros. 

Debemos aprender a decir "hasta aquí, el problema es tuyo, no mío." Nuestra vida, la de cada uno nos lleva 24 horas al día, no tenemos tiempo de vivir la vida de los demás. No es egoísmo del malo. Es egoísmo del bueno. Si no nos cuidamos a nosotros mismos, nadie lo hará y caeremos en enfermedades de todo tipo. 
  Tenemos derecho a cuidarnos. Tenemos la obligación de cuidarnos (en todos los sentidos) y la obligación de encontrar nuestro camino, ya que nadie lo puede hacer por nosotros. En justa correspondencia, los demás deben tomar sus decisiones y seguir su camino. Somos libres, con lo bueno y lo malo que trae ésto. Si mi hijo no estudia (por ejemplo), yo, como madre, debería poner a su disposición todos lo medios para que pueda hacerlo, pero no puedo estudiar por él. Cuando ya tienen una edad, por mucho que nos duela, deben ser ellos los que tomen las riendas de lo que quieren hacer en su vida, asumiendo las consecuencias posteriores. Si trabajo apoyando a los demás de una u otra forma, sólo debo ser un apoyo. En caso de no asumirlo así, me cargaré con cosas que no son mías, que no me tocan y añadiré preocupaciones y estrés a mi vida.

  Ésto no es dejar de asumir mis funciones y obligaciones, ésto es cuidarme yo para poder asumir como debo dichas obligaciones y funciones. El trabajo como padres es proporcionar lo básico para la supervivencia de mi hijo, alentar que sea feliz y educar en unos valores determinados. El trabajo con personas cumple unas funciones determinadas en cada puesto, e incluye el cuidarnos a nosotros mismos para poder desempeñar esas funciones. Somos personas y los demás nos conmueven. No somos máquinas ni robots, pero tampoco podemos dejarnos llevar por todos los males del mundo. No somos superhéroes. Saber hasta dónde llegar es responsabilidad nuestra, equivocarnos y rectificar, también. Encontrar nuestro camino es parte de todo ésto y no podemos culpar a los demás de lo que no hacemos, ni echar en cara que por ayudar a otros, nuestra vida no es lo que queremos que sea. Eso es sólo una huida, el resultado de no ser valiente para enfrentarnos a nuestros problemas y responsabilidades.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. El otro dia hablaba con una amiga de esto. Y le decia que para mi, como has dicho, la unica responsabilidad verdadera afuera de nostros mismos es la de un hijo. Pero como dices en ponerle todo a disposicion para su desarrollo y cuidado. Pero una vez es adulto es el que hace las decisiones y la resposanbilidad ya es suya, y no de los padres. Y le dije que como padre lo que sigue es estar ahi para aconsejar, apoyar y estar presente. Lo mismo que se hace con otros adultos.

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